Résumé
La lumbalgia es una de las principales causas de discapacidad en el mundo, lo que supone una reducción de la calidad de vida y una carga económica considerables. Alrededor del 90% de las personas con dolor lumbar tienen una lumbalgia común o inespecífica. En los demás casos, los datos de la anamnesis y la evaluación clínica pueden establecer un nivel de sospecha de una lumbalgia específica, que por lo general requiere un manejo más dirigido o incluso urgente. Una vez descartadas las afecciones graves, la evaluación debe formar parte de un enfoque moderno y multidimensional, que incorpore factores biológicos, psicológicos y sociales. Debe centrarse en las necesidades y limitaciones funcionales del paciente, incluida la identificación del mecanismo de dolor dominante y los factores de riesgo de cronicidad. Se presta especial atención a explorar las creencias del paciente sobre su dolor durante la anamnesis, ya que éstas tienen una gran influencia en el resultado del tratamiento. Cuestionarios como el Start Back Tool y el Örebro son útiles para identificar factores de riesgo de cronificación. La exploración física debe evaluar prioritariamente los patrones funcionales, así como la reproducción y modificación de los síntomas. Los cuestionarios PROM (Patient-Reported Outcome Measures) completan los datos recogidos durante la anamnesis y la exploración física, y permiten analizar la evolución del paciente. Se recomiendan en particular tres dimensiones de PROM: incapacidad funcional, intensidad del dolor y calidad de vida. Por último, en un enfoque centrado en el paciente, los resultados de la evaluación y las hipótesis se comparten con éste, y el tratamiento se planifica en colaboración.